Osucridad total. En la habitacion habia un hombre sentado con un sobretodo y sombrero empapado por la tormenta del exterior y una gitana concentrada en las cartas desparramadas en la mesa. Con cara de desolacion el hombre miraba el piso
-Por favor- casi en un sollozo insistía el hombre- digame algo mas, por terrible que sea-
-Todo es muy confuso...-recibio como respuesta- lo unico claro es... un suisidio...-
- ¿Que mas? Tiene que ver algo mas...-
- No hay nada mas que pueda ver. Vallase-
El hombre, con notable desconformidad, se levanta y deja unas miseras monedas en la mesa. Antes de cruzar el umbral en la puerta se saca el sombrero en señal de agradecimiento y se marcha.
La gitana queda pasmada. Acababa de ver en la sien de su cliente un orifico pequeño, oscuro y rodeado de sangre seca.
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